PAISAJE TIEMPO | Museo Experimental El Eco, México
I. Movimiento universal
¿Cuál es el origen? ¿Cómo… cuándo inicia?… No lo sabemos con certeza y nunca lo sabremos. Sin embargo, y casi de manera intuitiva, siempre lo hemos buscado y relacionado con todo aquello que es lejano; con todo aquello que parece desbordar siempre nuestras posibilidades de alcance para experienciarlo: tocarlo, olerlo, muchas veces hasta verlo…en fin… lo hemos relacionado con todo lo desconocido e inalcanzable. Sin embargo, mientras buscamos esa explicación absoluta del mundo, seguimos las pistas que nos deja la circulación de cada movimiento y la interconexión entre todos ellos…
II. Movimiento geológico
… pues estamos inmersos en un tejido de movimientos, donde cada uno desencadena otro y otros dentro de otro y así… indefinidamente. No sabemos cuál fue el primero, cuál el último, pero si podemos asociar algunos de ellos. Desde una lectura macro, podemos asociar el movimiento universal al geológico propio de la Tierra, nuestra habitación común. Aquí, el movimiento lo conducen el agua, el fuego, el aire, la tierra… Ellos moldean, una y otra vez, las geoformas del planeta; ellos redibujan constantemente su silueta…
III. Movimiento biológico: humano y natural
…después, viene la fecundación de la vida —la naturaleza— cuyo movimiento es conducido por cuerpos animales y vegetales. Aquí, en este punto, existimos nosotros. Al inicio, cuando aún no nos habíamos atribuido la cualidad de seres supremos o superiores a ella, danzábamos al compás de un flujo cuyo balance podría decirse perfecto, éramos parte del todo… Sin embargo, un día quisimos darle un sentido y significado a ese todo; quisimos saber qué éramos y porqué lo éramos; quisimos ser homo sapiens. Lo que sembró la necesidad de comprender eso que recreábamos a cada paso que, sin remedio, desaparecía con el paso siguiente; en otras palabras, sembró la curiosidad de entender y leer eso que nuestro movimiento reflejaba y ahora llamamos paisaje…
IV. Paisaje y tiempo
… así fue como nos hicimos lenguaje, la herramienta que nos daría la posibilidad de existir y crear esta versión del mundo, crear la idea de un origen, crear esta versión nuestra llamada ‘ser humano’. El lenguaje: la palabra, la imagen y la materia —o eso que hemos nombrado arquitectura— nos permitió nombrar ese todo que nos rodeaba y permeaba: paisaje y tiempo. Hoy, el lenguaje nos permite volver atrás y comprender su profunda relación con el movimiento, pues cada movimiento que vemos contiene un paisaje y un ciclo —un tiempo propio—; cada paisaje depende de la existencia de otro; cada ciclo mantiene el equilibrio y flujo del todo. Sin embargo, hoy vemos nuestro movimiento ha irrumpido el curso de este flujo… ¿Cómo poder reorientarlo?
